miércoles, 19 de enero de 2011

Amigos.

Nos caemos "n" número de veces, pero al igual que te caes, te levantas. Gracias al apoyo familiar, a los amigos, los conocidos, las situaciones y como no, a esas personas que sin saber cómo te aportan confianza en ti misma, así hay algo que te hace volver, levantar la cabeza y mirar hacia arriba, a poner las manos en el suelo, flexionar las rodillas, colocarte bien el pelo y levantarte con la cabeza bien alta, mirando hacia un punto fijo, sin darle importancia a los comentarios de los demás, al fin y al cabo solo importa tu opinión y los seres más cercanos y estoy segura de que estarán pase lo que pase. Y cuando vuelves a tu vida, sí a esa que dejaste apartada, o bien por él, por una enfermedad, por múltiples motivos...Y ves como te regalan diariamente sonrisas, miradas,todo eso te va devolviendo la sonrisa, ese brillo en los ojos que antes no tenías, esa ilusión por volver a sentirte guapa, sientes de nuevo que la gente está ahí y que hay vida detrás de todo el mal rato pasado. Es como si te pusieran una inyección de vitalidad. Porque en momentos en los que necesitas a personas ahí, las tienes, y solo por ello deberíamos saber valorarlo, darle más apreciarlo, saber sonreirles siempre, no me refiero a estar todo el día con una sonrisa pintada en la cara, simplemente a poder mirar con simpatía, cuidar a quienes te cuidan... Y así estos se quedarán a tu lado, por muchísimo tiempo, y diré una cosa "quien tiene un amigo tiene un tesoro".

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